sábado, 23 de octubre de 2010

EL KORIKANCHA

La escritura del quechua al castellano representa al parecer una dificultad para los lingüistas, en relación al nombre de este edificio he encontrado hasta cuatro formas de escribirlo: Koricancha, Korikancha, Qoricancha y Coricancha. La traducción al castellano de esta palabra quechua es de "SOLAR DE ORO".
Fue uno de los más venerados y respetados templos de la ciudad. "El recinto de oro", como era conocido, era un lugar sagrado donde se rendía pleitesía al máximo dios inca: el INTI, por lo que sólo podían entrar en ayunas, descalzos y con una carga en la espalda en señal de humildad, según lo indicaba el sacerdote mayor Wilaq Umo.
El frontis era un hermoso muro proveniente de la más fina cantería, decorado únicamente por una banda continua de oro puro de una palma de alto, a tres metros del suelo, y un techo de paja fina y delicadamente cortada.
En uno de los bloques de la segunda hilada se observan tres agujeros que pudieron ser utilizados para evacuar las aguas de las lluvias del patio interior, o como salida de la chicha que se ofrecía como ofrenda. Según los experimentos de Augusto León Barandiarán, si se golpea dentro de los agujeros se pueden escuchar las notas musicales "re", "la" y "mi".
Las piedras que componen el templo tienen un leve almohadillado en los lados que expresan la sobria estética de los incas. Antiguamente no existía el atrio triangular que sirve de entrada al templo colonial y el muro giraba en ángulo recto hacia la calle Ahuacpinta, la cual aún conserva un tramo del muro original de casi sesenta metros de largo. En el lado opuesto a esta calle, el muro se hace curvo al girar más de 90 grados, y continúa con una curva suave que fue cortada durante la construcción del templo. El muro del Koricancha coronaba un sistema de andenes que bajaban hasta el río.

Composición

La base de la composición inca para la construcción del templo, fue la cancha, patio alrededor del cual se disponían varios recintos de planta rectangular.
La primera que estaba junto a Intipampa, contenía los edificios principales del culto al Sol y a otros dioses del panteón inca; mientras que en la segunda ubicada frente a esa plaza se veneraba a Punchao, (una representación del Sol que consistía en una estatua de oro puro de la altura de un niño de diez años) que permanecía allí durante el día, y en la noche era llevado a la plaza para su veneración. El ídolo "dormía" acompañado por numerosas ñustas en una edificación vecina, fuera de la cancha, para luego ser devuelto a su lugar inicial por la mañana.
Según Juan Diez de Betanzos, el cronista biógrafo del Inca Pachacútec - quien "...con el cordel midió y trazó la Casa del Sol"- se construyeron, por lo menos, dos canchas hacia el fondo de la parcela, una detrás de la otra, y quizá otras más pequeñas para funciones de servicio que no se han conservado.
Cabe resaltar que en el lado oeste de la cancha principal existían dos edificios medianos techados a dos aguas, y en el lado este, otros dos más pequeños con el mismo techado. El labrado de la piedra en estos edificios (o en lo que ha quedado de ellos después de la construcción del convento colonial, los sismos y las reconstrucciones,) es aún muy fino.
Los "Aposentos"
Los Aposentos (nombre usado por Garcilaso) sirvieron para que la jerarquía religiosa se reuniera. Allí también se recibía al Wilaq Umo o sacerdote mayor. Al fondo del patio se ubicaba el aposento mayor, del que hoy sólo quedan algunos cimientos.
Estudios realizados en el lugar afirman que este aposento fue un espacio amplio de dos corredores formados por un muro central que sostenía la cumbrera. Los hastiales o mojinetes se hicieron en adobe como en todos los edificios incas, y los techados se ejecutaron con estructuras de madera y cobertura de paja.
El jardín
El famoso jardín interior del Koricancha era "regado a mano por agua que traían a cuestas" las acllas, y adornado tres veces al año con mazorcas de maíz y frutos de oro que las mismas ñustas colocaban en tiempos de siembra, cosecha o cuando los jóvenes se hacían guerreros en la fiesta del Huarachicuy.
El templo para los dioses y la sacralización geográfica
Como se ha mencionado anteriormente dentro del templo no sólo se veneraba al Sol, sino a otras deidades menores como la Luna y Venus. Según el Inca Garcilaso de la Vega, el local mediano de la esquina noroeste del templo era dedicado para el culto a la Luna, y el siguiente era para Venus, las Pléyades y otras constelaciones. Al otro lado del patio, en dos recintos menores, se rendía culto al Trueno (Illapa) y al Arco Iris (Cuichu).
En su fachada había un altar que sostenía la plancha de oro que reflejaba el sol del amanecer. Hoy está parcialmente destruido por obras coloniales que fueron reconstruidas más adelante.
El Koricancha no sólo albergaba los principales dioses del panteón inca, sino que tenía una proyección mágico-religiosa, cuyo el fin era el de sacralizar la geografía del Tahuantinsuyo. Por ello, del centro de la cancha principal, inticancha, partían los ceques, que son las líneas virtuales que comunicaban el templo con los espíritus que moraban en las montañas (apus), ante quienes, aún los poderosos incas, inclinaban su cabeza. También estaban ligados a las cumbres, abras, manantiales, salientes rocosas, marcadores astronómicos y puntos principales del paisaje cuzqueño. Hasta el momento se conocen 327 ceques, 21 de las cuales se ubicaban en la pared perimétrica del templo o en los frentes de las calles cercanas.
Sobre los ceques, que podían extenderse hasta veinte kilómetros, se situaban, con minuciosa exactitud en el alineamiento, numerosas huacas, que también servían para el contacto con los Apus.
¿Cómo llegar?
Si usted, después de conocer las maravillas del Templo Sagrado de Koricancha, desea visitarlo, siga nuestras recomendaciones y disfrute de un entorno de sagrado misticismo.
Acceda al templo desde la Plaza de Armas por el Callejón de Loreto "Intiqhicllu", cruce la calle Maruri y dejando Pucamarca doble a la izquierda, para avanzar por Pampa del Castillo. En ese lugar, no había edificaciones en tiempos incaicos, en cambio, había una serie de andenes que bajaba hasta el río y era una chacra llamada Mancochuqui, dedicada a Huanacauri, la huaca mayor de los incas.
La ruta conduce a una plaza alargada donde está la iglesia de Santo Domingo. Ese espacio fue el Intipampa, la plaza o llano del Sol, antes era unos doce metros más ancha de lo que es ahora, porque los constructores de la iglesia colonial lo redujeron para levantar su templo.
Ubicación: Intersección Av. El Sol y calle Santo Domingo.
Visitas: Lunes a sábado de 8:00-17:00 hrs.

DESCRIPCIÓN

El convento de Santo Domingo del Cuzco es la construcción religiosa más antigua de la América Meridional. Fue fundado sobre los muros del famoso Koricancha por el año 1540. Cuando llegaron los españoles al Cuzco, Capital del Imperio de los Incas, los conquistadores hicieron reparto de las riquezas, y los solares de toda la ciudad como botín de conquista; tocando el Koricancha al hermano de Francisco Pizarro, el capitán Juan Pizarro, quien posteriormente dono dicho solar a Fray Juan de Olías, dominico Misionero que venía de la Provincia Dominica Santa Cruz de México, juntamente con 12 frailes quienes se encargaron de construir el convento de Santo Domingo, desde donde salieron a evangelizar los pueblos de las provincias altas del Cuzco. Actualmente se puede apreciar en este convento, la maravillosa arquitectura Inca, unida a la arquitectura española, lo que constituye una muestra de nuestra cultura mestiza. El Koricancha, "recinto de oro", Templo del Sol, quizá no llego a ser el más grande ni el más imponente de los edificios construidos por los incas, pero por tratarse del Templo del Sol, fue el mas venerado y respetado.






FUENTE CEREMONIAL

Fuente colonial trabajada por mano indígena, tenía la función de depósito de agua; es de forma octagonal y de base cuadrangular. Algunos cronistas afirman que es de origen incaico, que en ella el gobernados de Imperio o Sumo Sacerdote HUILLAC UMA vertía la chicha como ofrenda para su padre el INTI.

 RECINTO DEL ARCO IRIS

En esta foto; al fondo, se encuentra un primer recinto denominado, RECINTO DEL ARCO IRIS, pues se pensaba que este procedía del Sol. Este ambiente estuvo tapizado en oro: sobre una plancha que cubría todo un muro estaba el arco del cielo pintado con sus siete colores. 
SALA DE SACRIFICIOS: Luego del recinto del arco iris, existe un espacio amplio, cuya función especifica es desconocida. En la parte media de este recinto existe un elemento lítico, traído del jardín sagrado, y por eso esta sala es conocida como lugar de sacrificios. En la parte inferior del muro existen tres orificios bien labrados que servían como drenaje de agua. 
RECINTO DEL RAYO, TRUENO Y RELAMPAGO: El último de los recintos cuyo acceso dispone de tres puertas, estuvo destinado a una de las divinidades importantes, era el trueno, el relámpago, y el rayo, al cual llamaban colectivamente como INTI ILLAPA. Este recinto estuvo dedicado al Inti Illapa, en el se le rendía culto, ofreciéndole sacrificios rituales.


Al fondo de esta galería se encuentra EL TEMPLO DE LA LUNA, en la parte media se encuentra la PUERTA O CALLEJON SAGRADO, y a la altura de nuestra visitante se ubica el TEMPLO DE LAS ESTRELLAS. 
EL TEMPLO DE LA LUNA: La luna además de ser considerada como hermana y mujer del sol, recibió del dios ILLA TECSE WIRACOCHA parte de su divinidad, haciéndose patrona del parto de las mujeres y reina del cielo. La luna era imaginada en forma de mujer, y así fue esculpida la representación que de ella había en este recinto. Su culto estaba a cargo de las mujeres.
PUERTA O CALLEJON SAGRADO: Hermoso pasaje Inka que daba acceso al recinto más importante del Koricancha. Destacan principalmente tres bloques líticos que cuentan con más de treinta ángulos. Uno de ellos muestra magníficamente veinticuatro ángulos y seis lados. Es también impresionante la forma invertida que muestra el final del pasaje.
TEMPLO DE LAS ESTRELLAS. Aquí estamos dentro del templo de las estrellas. Las estrellas, servidoras de la luna, hijas del Sol y de la Luna. Se las consideraba como divinidades. Se creía que las estrellas eran un símil puesto en el cielo que correspondían a todos los animales de la tierra; es decir: se pensaba que todo animal que existía en la tierra tenía un semejante en el cielo.
En la parte media del TEMPLO DE LAS ESTRELLAS, se observa esta hornacina ceremonial donde destacan orificios, trabajos hechos en bajo relieve y restos óseos de auquénidos, esta hornacina está ubicada en relación directa a la salida del sol en el Solsticio de Invierno, Fiesta del Inti. Sobre esta hornacina hay que resaltar, la perfección en el corte o tallado de la piedra, la cual parece haber sido cortado por un poderoso diamante, manteniéndose las aristas intactas, sin pulir. Asimismo, hay que resaltar la perfección en el diseño de los orificios, los cuales parecen haber sido perforados por un potente taladro, teniendo el cuidado de no quebrar la piedra por la fuerza que se aplica. EL TEMPLO DE LAS ESTRELLAS en toda su magnificencia. Entre las dos últimas puertas se ubica la hornacina. Al margen derecho de esta toma se encuentra la PUERTA O CALLEJON SAGRADO. Más atrás se encuentra el TEMPLO DE LA LUNA.


TEMPLO DEL SOL En este aposento de encontraba el ídolo solar o representación del dios supremo WIRACOCHA o dios PUNCHAO, algunas momias incas cuidaban el recinto, y las mamaconas o sacerdotisas del Sol servían de guardianas de este templo que es el más importante de complejo arqueológico. La maestría en el trabajo de la piedra se refleja en el diseño y construcción de este recinto el cual como podrán apreciar en el margen derecho de esta foto se encuentra una pared de piedra en forma vertical, mientras que la otra pared es curva, sin ángulo recto de unión.
Por dentro como habrán apreciado, la construcción tiene caída vertical, pero por fuera se aprecia claramente la curvatura de la pared, así como un ángulo de inclinación de la misma. Sobre este templo y sobre las construcciones en piedra realizados por los Incas, debemos resaltar que no hay material entre las uniones de los bloques de piedra que forman estos muros, y que el espacio entre bloque y bloque de piedra prácticamente no existe. Es como haber tomado una piedra gigante, cortarla precisamente (medidas exactas) y luego proceder a armarlas en un lugar predeterminado.

MIS FOTOS














JARDINES SAGRADOS Y FUENTES

En la parte baja se aprecia parte de los jardines sagrados, en tiempo de los incas, estos jardines estaban decorados con elementos de la flora y fauna del imperio del TAHUANTINSUYO: trabajos realizados en oro y plata. En esta toma se aprecia una de las fuentes ubicada en el jardín sagrado. En la festividad del Sol la mayoría de las tribus conquistadas por el Inca llegaban en peregrinación a la capital trayendo ofrendas de oro y plata, y trabajos realizados en arcilla, los mismos que eran recibidos en estos jardines.
En el complejo arqueológico del Koricancha, también se encuentra una pinacoteca de arte colonial, las cuales usan los ambientes del antiguo refectorio (comedor) de la comunidad y la sala "De Profundis", para exponer cuadros de la Escuela Cusqueña de los siglos XVII y XVIII, esculturas religiosas, entre los que sobresale la Virgen del Rosario de los Indios. También se puede visitar la antigua sacristía del convento en la cual se exhiben ornamentos bordados en hilos de oro y plata, cuadros de la escuela cusqueña, cuadros de los Santos Dominicos y muebles coloniales.





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