Todos soñamos cada noche. En promedio tenemos 5 sueños por noche. Piensa en esta noche. Es posible que te acuerdes de alguno de ellos, de ninguno, o que cuando despertaste sí que te acordabas pero después lo olvidaste. ¿Por qué sucede esto?
Como en la mayoría de cosas, hay varias teorías. La más cercana a la espiritualidad dice que sólo recordamos aquellos sueños que nos tienen que transmitir algún mensaje o alguna alerta.
La teoría más cercana a la ciencia está más desarrollada. Aunque soñemos cada noche, no lo hacemos durante toda ella. El sueño está dividido en varias fases, pero no se sueña en todas ellas.
La primera es la de sueño ligero, donde los movimientos oculares son lentos. En la segunda fase aparecen los "complejos K" y los husos del sueño, que son descargas bajas y altas, respectivamente. En esta fase no hay movimiento ocular. La fase 3 es la de sueño profundo y la 4 la de sueño muy profundo.
En estas fases solo funcionan los músculos de los ojos, el cerebro y la respiración. Normalmente los sueños que tenemos en estas cuatro primeras fases (NREM) no se recuerdan.
En la última fase, llamada REM (Rapid Eye Movement), experimentamos una relajación casi total y una actividad mental similar a la que tenemos cuando estamos despiertos. En esta fase tenemos el mayor número de sueños y de pesadillas.
Los sueños que más recordamos son los de la fase REM, ya que el cuerpo se encuentra en el estado máximo de concentración. Curiosamente, es mucho más probable que recordemos el sueño si durante él nos despertamos.
Olvidamos el 90% de nuestros sueños. En los primeros cinco minutos después de despertar, has olvidado la mitad de tu sueño, y diez minutos después el 90% del sueño se ha ido.
Así, la única manera de acordarnos de todos los sueños es, cada vez que nos despertemos, anotarlos en un papel.
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